Owner of Lost American Memorial Flag Located


***Spanish Translation Follows***

On July 17th, a man named Tom Jarrett was driving along Central Ave when he saw a folded American flag in a shattered glass display case in the middle of the road. Jarrett stopped, walked out in traffic, and picked up the flag.  The glass case was destroyed but the flag was in near pristine condition minus a tiny amount of road burn.  Jarrett, a Navy veteran himself, knew the folded flag had to be special to someone.  He brought the flag to the District II station of the Prince George’s County Police Department where five PGPD Officers, all military veterans, proudly accepted the lost American flag with hopes of finding its true owner.  

The story of the lost flag was featured on social media and on local news. 

Flag turned in : https://tinyurl.com/y2nrgyf5 

Not long after, William Holley, a 79-year-old Prince George’s County resident called the PGPD and said his daughter saw the story on the news, called her Dad, and asked if it was the family’s flag. It turned out it was, and it was a very special flag indeed.   

Holley explained to the PGPD that the flag was given to the family after the passing of a 90-year-old Uncle named Marcellus Herod.  He said Herod had been one of the estimated 380,000 African American soldiers who fought in Europe during World War I.   

Marcellus Herod


On July 17th, Holley was in the slow process of moving homes.  He had driven his truck along Central Avenue filled to the brim with boxes and household items.  During the trip, while stopped at a light, he said a stranger pulled up to next to his truck and said they had just seen something drop out of his truck.  Holley turned around and retraced his journey but the flag was gone.  Unbeknownst to Holley, another kind stranger, Tom Jarrett, had already picked it up.  Today the two men met.  The PGPD Honor Guard handed the lost flag to Chief Hank Stawinski who placed it in back in the hands of its longtime owner. 


The story of the lost flag took PGPD to Brown Memorial AME Church in the Capitol Hill neighborhood of Northeast DC.   

Brown Memorial AME Church


A small plaque featuring the name of Marcellus Herod sits beneath a window at the church next to a pew that his family affectionately calls the ‘family pew.’  Herod and his wife, also deceased, were faithful patrons of the church and their family followed.  Holley who was married to Herod’s niece, is annually honored at the church on Veterans Day.  Holly is also an Army Veteran.  He fought in the Vietnam War.  

William Holley



It was Holley’s wife, Herod’s niece, who had placed the Uncle’s memorial flag in a glass display case years before her passing in 1984. The flag was featured at the top of a bookcase in the family’s home for more than 30 years. It was a centerpiece honoring love of country and of service to others.  And now its return serves as a reminder to us all of the kindness of strangers.

*****Spanish Translation Follows*****   


El pasado 17 de julio un hombre llamado Tom Jarrett conducía por Central Ave cuando vio una bandera americana doblada dentro de una caja conmemorativa de cristal rota en el medio de la carretera. Jarrett se detuvo, caminó en medio del tránsito y recogió la bandera. A pesar de que la caja mostradora estaba destruida, la bandera se encontraba casi perfecta salvo por marcas mínimas de la carretera. Jarrett, quien también es veterano de la Marina, sabía que la bandera doblada debía ser especial para alguien. Llevó la bandera a la estación del Distrito II de la Policía del Condado de Prince George en donde 5 oficiales, todos veteranos, orgullosamente recibieron la bandera extraviada con esperanzas de encontrar al verdadero dueño.

La historia de la bandera extraviada fue compartida a través de las redes sociales y noticias locales.

Video de cuando la bandera cuando fue entregada: https://tinyurl.com/y2nrgyf5

Poco después, William Holley, un caballero de 79 años de edad y residente del Condado de Prince George, llamó al Departamento e indicó que su hija vio el reportaje en las noticias, llamó a su papá y le preguntó si se trataba de la bandera familiar. Resultó que en efecto era la bandera familiar y tenía gran valor sentimental para estos.

El Sr. Holley explicó al Departamento que la bandera fue otorgada a la familia tras la muerte de un tío de 90 años de edad quien se llamaba Marcellus Herod. Dijo que Herod había sido uno de los 380,000 soldados afroamericanos que lucharon Europa durante la Primera Guerra Mundial.

El 17 de julio el Sr. Holley se encontraba en proceso de mudanza. Había conducido su camioneta por Central Avenue y esta se encontraba llena hasta el tope de cajas y artículos del hogar. Durante el viaje, mientras esperaba en el semáforo un conductor le indicó que vio cuando se le había caído algo de la camioneta. Fue entonces que el Sr. Holley volvió sobre su paso pero ya la bandera había desaparecido. Sin que el Sr. Holley lo supiera, otro buen samaritano, Tom Jarrett, ya la había recogido. Hoy se conocieron los dos caballeros. La Guardia de Honor de la Policía del Condado de Prince George presentó la bandera extraviada al Jefe de la Policía Hank Stawinski, quien la devolvió a manos de su respectivo dueño.

La historia de la bandera extraviada llevó a la policía del Condado a la Iglesia Brown Memorial AME en el vecindario de Capitol Hill al noreste de DC. En dicha iglesia hay una pequeña placa con el nombre de Marcellus Herod debajo de una ventana contigua a un banquillo al que la familia afectuosamente llama “el banquillo familiar.” El fenecido Herod y su esposa también fallecida eran fieles miembros de la iglesia y sus familiares siguieron la tradición. Al Sr. Holley, quien estaba casado con la sobrina de Herod, le honran cada año en la iglesia durante el Día de Veteranos. El Sr. Holly es también veterano del ejército y lucho durante la Guerra de Vietnam.

Fue la esposa del Sr. Holley, sobrina de Herod, quien primero colocó la bandera dentro de un mostrador de cristal años antes de su fallecimiento en 1984. La bandera se encontraba al tope de un armario en el hogar, en donde permaneció por más de 30 años. Era una pieza que honraba el amor por la patria y el servicio a los demás. Ahora, esta sirve de recordatorio para todos sobre la nobleza de un desconocido.

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